Antes de empezar a hablar de materiales vamos a hablar brevemente sobre qué se podría considerar una vivienda sostenible y de esa manera comprender de manera global la dirección que le podemos dar a cada proyecto.
Una construcción sostenible es aquella que tiene especial respeto por el medioambiente, aplica un uso eficiente de la energía y del agua, contempla el uso de recursos no perjudiciales para el medioambiente, apuesta por la reducción de los impactos ambientales y se encamina a conseguir espacios saludables.
Si tenemos en cuenta que el consumo de los edificios desde su construcción hasta el final de su vida útil (50 años) alcanza entre el 30% y el 40% del consumo total de energía podemos hacernos una idea de la importancia para el medio ambiente de construir de manera sostenible.
Si bien la descripción de construcción sostenible engloba bastantes conceptos es importante destacar que su aplicación es amplia. Vamos a acotar este tema y esta vez vamos a hablar de la importancia que pueden tener los materiales que utilizamos en las casas de obra nueva, en las reformas o en proyectos de interiorismo.
Del consumo total de la energía que supone la construcción y uso de un edificio, entre el 75% y el 85% corresponde a la manera de habitarlo. Haremos nuevas publicaciones para ver la importancia de aplicar sistemas que ayuden a reducir esa parte del consumo. El resto del consumo que tiene un edificio, entre el 15% y el 25% corresponde a los materiales empleados para su construcción, un porcentaje demasiado elevado como para no prestarle atención.
Es importante que de manera previa a la construcción, desde el proyecto, se estudien los materiales a emplear:
- Estudiar la opción del uso de materiales reciclados o que parte de sus compuestos provengan de contenidos reciclados.
- En la medida de lo posible es interesante el uso de materiales locales ya que reducen mucho la huella de carbono por transporte.
- Estudiar el resto de los materiales necesarios para que su huella ecológica sea la menor posible cumpliendo con las prestaciones necesarias. Estos materiales deben ser lo más naturales posibles y evitar las sustancias tóxicas y nocivas para el medio ambiente y la salud.
En la siguiente imagen podemos ver la pirámide de CINARK en la que se engloban los materiales de construcción en diferentes categorías. Esta imagen corresponde a la agrupación y orden de los materiales según las emisiones de CO2 necesarias para su fabricación.
La huella de carbono está ligada al consumo de energía necesario para transformar un material para su uso. En la pirámide se puede comprobar que los materiales más naturales pueden ser considerados de huella de carbono nula, tales como el aislamiento de fibras vegetales, la paja, la madera, etc. Con más consumo aparecen otros aislamientos como la lana de vidrio, XPS o EPS, a continuación materiales que necesitan mayor procesamiento como ladrillos, yeso, hormigón… Si seguimos subiendo en el consumo tenemos las carpinterías de aluminio, el vidrio, los porcelánicos, etc.
Con nosotros tendrás un buen asesoramiento para el uso de materiales con menor huella de carbono, materiales locales, o materiales que por su aplicación puedan ser mejores para el medio ambiente. Es importante tener en cuenta también la huella hídrica de estos materiales ya que algunos pueden verter menos CO2 a la atmósfera pero tener un mayor consumo hídrico que otros.
No podemos olvidar que la sostenibilidad económica debe estar presente en todo momento ya que será el cliente el que decida cuál es el esfuerzo económico que está dispuesto a hacer para conseguir que su vivienda sea lo más eficiente posible.
CASA OPORTO, CYR ARQUITECTURA (fotografía: summerverses)